Si hablamos de salud bucodental, podemos ver numerosas patologías que pueden aparecer en los primeros años de la niñez. Uno de los problemas más comunes es el diente de Turner o más llamado de forma técnica, hipoplasia del esmalte.
La hipoplasia es la consecuencia de tener un déficit de esmalte por debajo de lo normal en una pieza dental, y se puede observar tanto manchas como cambios de color en el diente. Esta peculiaridad la podemos encontrar tanto en los dientes que son aún de leche como en los permanentes, aunque normalmente las primeras alteraciones se pueden observar durante los tres primeros años de vida, cuando el esmalte aún no está totalmente desarrollado y es más vulnerable.
La hipoplasia puede sonar como una patología grave y dependiendo de en qué momento lo cojamos puede llegar a serlo. Debemos de decir que por lo general casi la mitad de los niños presenta algún defecto en el esmalte dental, sobre todo en los incisivos superiores ya que, entre otras causas, se encuentran los traumatismos en ellos.
En el instante que se detecte en una o varias piezas un oscurecimiento, o por el contrario manchas blanquecinas, estrías o algún tipo de desgaste, es el momento de llamar a nuestro odontólogo de confianza. Ya que una forma de prevenir este tipo de problema es iniciar un tratamiento antes de que salgan las piezas definitivas.
Las causas de la hipoplasia pueden ser varias. Los dientes de Turner o hipoplasia es señal de que en el momento de la creación del esmalte las células que lo producen tuvieron algún tipo de afección.
La malnutrición, la fiebre en los recién nacidos o impactos en edad temprana pueden ser precursores de la aparición de manchas que dan pie a la hipoplasia. Otra posible causa del diente de Turner es la falta de vitamina D, el déficit de ésta impide la correcta absorción del calcio. Debemos decir, que este tipo de enfermedad dental también está asociada a personas que tienen insuficiencia renal crónica durante el desarrollo dental.
Al ser cada vez más frecuente que aparezcan casos de niños con hipoplasia, se han ido comprobando y normalizando tratamientos para corregir esta afección, para que no afecte al desarrollo de los dientes definitivos. En el caso de personas adultas, el tratamiento va a depender del grado en el que se encuentre la alteración del esmalte.
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Soluciones para los diferentes tipos de casos
En el caso de que la hipoplasia presente signos leves, el blanqueamiento dental suele ser la mejor de las opciones, ya que de esta forma se puede regular el tono del esmalte sin agredir piezas.
Si las manchas son ya severas, se suele recurrir a la microabrasión dental, tratamiento que se ocupa de pulir la capa del esmalte dañado hasta hacer desaparecer la mancha. En el caso de que el problema ya sea de una gravedad extrema, y el diente haya perdido todo el esmalte o presente incluso malformaciones, la mejor idea es recurrir a los implantes.
Es de vital importancia la detección temprana de esta afección para poder subsanar cuanto antes. Por lo tanto, en el momento en el que veamos alguna alteración deberíamos ponernos en contacto con nuestro odontólogo.