El miedo a las situaciones sociales: fobia social

Como todas las fobias, la fobia social implica un miedo intenso, irracional, incontrolable, persistente y excesivo a situaciones u objetos concretos. Lo que la diferencia del resto de fobias son las situaciones que la provocan, que en el caso de la fobia social son las situaciones sociales, fundamentalmente a ser evaluado negativamente por los demás.

En situaciones sociales o en actuaciones en público temidas, la persona que tiene fobia social soporta una gran presión y preocupación por la posibilidad de ser juzgado como ansioso, débil, estúpido o «loco». Creen que los demás se percatarán de que están nerviosos, que su voz o sus manos temblarán, que no podrán articular bien las palabras o tartamudearán, empezarán a sudar o a tragar saliva, lo que puede ocasionarles un temor intenso a hablar en público, e incluso a mantener una conversación. Como es de suponer, al tratarse de un trastorno de ansiedad, las personas con fobia social experimentan síntomas de ansiedad en las situaciones temidas (p. e. sudoración, palpitaciones, temblores, molestias gastrointestinales, enrojecimiento, tensión muscular, confusión, diarrea, dolor de cabeza).

La fobia social afecta a muchas de las áreas de la vida de las personas que la padecen, pues la especie humana vive en sociedad, por lo que la evitación de las situaciones sociales no es una solución ni elimina el problema, sino que suele agravarlo. La fobia social es un problema real en la vida de las personas que sufren de este trastorno y requiere de tratamiento psicológico para su eliminación.

Según la teoría de Ellis, no son las situaciones las que nos provocan emociones y síntomas, sino que son los pensamientos e interpretaciones que hacemos sobre esas situaciones las que nos las provocarían. Basándonos en esta teoría, no serían las situaciones sociales las que provocarían la ansiedad y los síntomas a personas con fobia social, sino los pensamientos y las interpretaciones que estas realizan de las situaciones sociales. Entender esta relación situación-pensamiento-consecuencias es importante para el tratamiento.

El tratamiento psicologíco de la fobia social se basa en el entrenamiento de las habilidades sociales de la persona, que integraría contenidos para mejorar la asertividad, habilidades para iniciar y mantener conversaciones, establecer y mantener amistades, entrenamiento para hablar en público, dar y recibir cumplidos, hacer y rechazar peticiones, etc.

La práctica de las técnicas de relajación proporcionan al tratamiendo psicológico de la fobia social un complemento fundamental para la eliminación de este trastorno.

Al igual que para el tratamiento psicológico de otros problemas, la práctica diaria en situaciones cotidianas de las técnicas aprendidas en consulta, potenciará los beneficios de la terapia y reducirá el tiempo para conseguir una mejora del problema y un mayor bienestar.

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