Existe la creencia popular de que las empresas de venta directa están basadas en esquemas piramidales destinados al fracaso o a que sólo aquellos que se encuentran en la cima de la pirámide obtengan beneficios.
Por supuesto esta creencia está equivocada.
Existe una gran diferencia entre las temidas empresas piramidales y las legítimas empresas de venta directa, como Cristian Lay. Una empresa piramidal, está pensada para obtener dinero rápidamente de ti, a medida que construyes tu negocio y no el suyo, con la venta de productos o servicios, mientras que las compañías de venta directa se esfuerzan por proteger a los consumidores y a los propios trabajadores, ante los sistemas piramidales.
Existen tres preguntas que debes formularte si quieres asegurarte de entrar en una compañía de venta directa legitima y no en una basada en un sistema piramidal.
¿Cuánto estás obligado a pagar para convertirte en consultor independiente?
Si el costo inicial es importante, debes tener cuidado, ya que una cuota de puesta en marcha de compañías de venta directa, en general suele ser baja y cubrir los gastos de su kit de iniciación. Este Kit suele venderse al mismo precio o por debajo del de coste de la empresa y suele incluir muestras de productos, materiales de capacitación, y todo lo necesario para poder empezar a hacer funcionar tu negocio. En los esquemas piramidales, ganan dinero gracias a la cuota de inicio de los nuevos reclutados, y para ello esta cuota suele ser elevada. Las empresas como Cristian Lay quieren que empieces a vender pronto, para que tanto ellos como tu ganéis dinero en el menor tiempo posible, si te va bien a ti, le irá bien a ellos, mientras que las de venta piramidal, se centran en ganar dinero ya, sin importarle si luego vendes o no, pues ellos ya tienen su beneficio.
¿La compañía te recompra artículos no vendidos?
Si la respuesta es no, ten cuidado, las empresas de venta directa que requieren de compras de inventario, por lo general, y no siempre, aceptan recomprar productos que no se han vendido si se quiere dejar el negocio. Este punto debería aparecer en el contrato con la empresa. Es posible que la empresa incluya una cláusula por la que la recompra no se realice por el valor total, si no por un porcentaje del coste inicial. Y es lógico que si una empresa tiene mercancía inmovilizada por un vendedor y esa mercancía corre el riesgo de haber quedado obsoleta, la empresa al verse obligada a recomprarla no tiene por qué hacerse cargo del 100% de su valor, pues luego también costará sacarla al mercado. En las empresas de venta piramidal, pueden o no obligarte a realizar compra de inventario, pero ten por seguro que no aceptarán ningún tipo de recompra de artículos no vendidos.
¿Los productos de la compañía se venden a los consumidores?
Aquí la respuesta debería ser contundentemente afirmativa, ¿Qué sentido tiene vender un producto que no va a llegar a un cliente final? Como decíamos antes, los sistemas piramidales obtienen sus beneficios de los nuevos reclutas, a más reclutas más beneficios (para los que se encuentran más arriba en la pirámide). Cualquier venta al por menor necesita tener un nicho de mercado establecido, contar con productos de calidad a precios competitivos. Si no es el caso quizás te encuentres con un sistema piramidal, donde los nuevos reclutas tienen que comprar su participación, comprando los productos al reclutador, siendo esta la principal fuente de ingresos para el reclutador, y todos aquellos que se encuentran por encima de el en la pirámide. Lo mejor es que antes de firmar el contrato debes asegurarte de que puedes revender los artículos de inventario a la compañía en caso de que no sigas adelante con el negocio.
Las compañías piramidales perviven unos pocos años en el mercado, mientras que existen empresas de venta directa que llevan en activo desde hace varias décadas, con estas tres sencillas preguntas no te costará distinguir si la empresa con la que estás a punto de firmar un contrato es una sana empresa de venta directa o una sospechosa empresa de venta piramidal.