La honestidad es una de las claves angulares de cualquier negocio de venta directa, más aún con CRISTIAN LAY, pues la honestidad lleva a la confianza y la confianza a las ventas.
La confianza de cualquier persona se gana a base de comunicación y la confianza. Si no puedes lograr que estos dos pilares sean estables con una persona, la relación no durará mucho, ya sea una relación personal, laboral o comercial.
Lo curioso es que uno de los ingredientes de ambos pilares, es la honestidad. Porque de nada sirve la comunicación sin honestidad ni una confianza deshonesta.
Una vez teniendo claro esto, es cuando empiezas a ser consciente de la importancia de la honestidad en las ventas y como ella, sin duda, resulta clave en el éxito de cualquier negocio.
Si no eres honesto con tus clientes, tarde o temprano, estos lo descubrirán y dejarán de confiar en ti, en tus intenciones y en tus productos, dejando de comprar y llegando a romper toda comunicación contigo de forma definitiva.
La honestidad debe ir más allá del trato directo y personal. Tienes que mantenerla en todos los ámbitos de tu negocio, pero también de tu vida. ¿Por qué? Seguramente, dedicándote a la venta directa, con CRISTIAN LAY, te moverás en un círculo social pequeño, donde seguramente muchos clientes te conocen como persona e incluso se conocen entre ellos. Puede que seas sincero en tus relaciones comerciales, pero si no lo eres en tu día a día como miembro de la sociedad, eso se verá reflejado en el boca a boca entre tus vecinos, conocidos y finalmente tus clientes.
La honestidad es una pieza clave de la reputación de un vendedor y, con la evolución de las redes sociales y la mensajería instantánea, tu reputación puede verse afectada rápidamente, tanto positiva como negativamente en cuestión de horas.
Por tanto cuidar tu honestidad se tiene que convertir en la piedra angular de tu día a día, para ayudar a crecer tu negocio, hacerlo duradero en el tiempo y ganar dinero hoy y siempre con CRISTIAN LAY.
¿Cómo? Establece algunos lemas de honestidad y se fiel a ellos en el día a día. Cuando los hayas interiorizado, de forma natural se los irás transmitiendo a tus clientes, que los recordarán y asociarán a tu honestidad.
Cuando cuentes tu historia personal, tus referencias comerciales, etc. debes ser siempre honesto. Recuerda el refrán: Para ser mentiroso hay que ser memorioso. Si mientes deberás recordar no sólo la mentira, si no a quien se la cuentas, o de lo contrario te delatarás y tu reputación como vendedor quedaría destrozada. Y ya lo dijo Fernando de Rojas en La Celestina: “Toman antes al mentiroso que al que coxquea” – Toman antes al mentiroso que al cojo.
Se honesto y tus clientes confiarán más en ti, ganarás más clientes por el boca a boca y tus ventas también serán mayores y ganará más dinero con CRISTIAN LAY