Detesto los libros de autoayuda. Creo que con sólo leer los libros uno sale más deprimido de lo que entró. Creo, además, que entonpecen al personal. Todos necesitamos adoptar una postura ante la vida y la mejor forma de hacerlo es leer libros que fomenten tu pensamiento. La filosofía es el campo donde todos deberíamos lidiar con nuestras dudas y miedos (aparte de en un mesa atestada de amigos). Y cuando digo filosofía no me refiero a discutir el imperativo categórico kantiano (o al menos no en esos términos) sino a plantearnos preguntas del tipo cómo se consigue la felicidad y qué nos previene de llegar a ella, como hacía el bueno de Bertrand Russell.Si es con palabras sencillas y sentido del humor, pues mucho mejor.
Y en eso consiste el libro de Justin Halpern: Las chorradas de mi padre. El título en inglés es bastante más directo, Shit My Dad Says, apéndice de la cuenta de Twiter que Halpern creó cuando se fue a vivir de nuevo a casa de sus padres, con 28 años, tras dejarle su novia y encontrarse sin piso. De vez en cuando usaba citas de su padre en el estado de su messenger. Un día un amigo le sugirió que creara una cuenta en Twiter para recoger todas esas frases y así evitar que cayeran en el olvido. Halpern lo hizo y al principio sus amigos eran los únicos seguidores. Pero poco a poco el grupo de seguidores fue aumentando y hoy cuenta con un número total de 1.968.003 seguidores. Debido al éxito de la cuenta, las frases llenas de sabiduría y humor cuentan hoy también con un blog, una página en Facebook (con 1.226.230 de fans) y una serie de televisión.
¿Por qué comprarme el libro si puedo gozar con las citas gratis? En primer lugar porque no se trata del mismo material. Las citas de internet son citas del presente, mientras que el libro se ocupa de episodios del pasado, desde que Halpern era un niño hasta que la actualidad. Pero en segundo lugar, y bastante más importante, porque el libro da un imagen más completa del padre. Las frases en sí son divertidísimas pero dan una imagen suya un poco distorsionada. Cuando leemos los diferentes capítulos del libro decubrimos un hombre simple y sensible, que quiere a los suyos pero que no le importa un bledo los que piense la gente y que prefiere hablar de forma directa (incluyendo todo tipo de blasfemias y exabruptos). Da igual que quien tenga delante sea un adulto o un niño. Halpern senior sólo tiene una forma de hablar y pensar.
Las estructura del libro son capítulos puntuales de la vida de padre e hijo que marcaron algún hito en su relación y que suelen acabar con una frase lapidaria del padre. Al final de cada capítulo hay otras citas históricas. Para dar una pista de por donde van los tiros pondremos un par de ejemplos:
“Hacer trampas no es fácil. Probablemente piensas que sí lo es, pero no es así. Apuesto que eres peor haciendo trampas que cualquier cosa que estabas intentando hacer de forma legítima”
“Voy a poner unos cuantos condones en la guantera del coche… Me importa una mierda si quieres o no hablar de esto conmigo. Yo tampoco quiero hablar de esto contigo. ¿Piensas que quiero que folles en mi coche? No. Pero quiero menos tener que pagar por un hijo que hayas hecho porque no había condones ahí”
“Te ha llamado marica. Menuda cosa. No hay nada malo en ser homosexual… No, no estoy diciendo que seas homosexual. ¡Dios mío! Ahora empiezo a entender porque ese chico te estaba soltando esas mierdas”
“Escucha, no quiero reprimir tu creatividad, pero eso que estás construyendo ahí parece una montaña de mierda”
Con casa capítulo uno aprende grandes lecciones morales, sólo que el camino para llegar a ellas es bastante diferente comparado con el de la oratoria y la lógica ortodoxa. Padre e hijo van aprendiendo juntos tras pequeñas adversidades que va reforzando la unión entre ellos. Al final descurbrimos a un padre que pese a no dorar la píldora a sus hijos de forma gratuita se siente tremendamente orgulloso de ellos.
Por último, me parece un libro genial para quien quiera empezar a leer en inglés. El lenguaje es muy sencillo (repleto de tacos) y extremadamente divertido, por lo que la lectura se hace muy amena. Vergonzosos que odian reíse en el autobus porque todo el mundo los mira, por favor, abstener se de este libro.