Hay muchos factores que implican una modificación de las pautas de alimentación y ante esta realidad, las margarinas se elaboran con el objetivo de poder responder a estas necesidades individuales, con lo cual:
- Si no existe ninguna contraindicación, toda la familia puede consumir la margarina estándar con toda normalidad.
- Si llevamos a cabo una dieta de control de peso, lo más aconsejable es la margarina light, ya que aporta un 30% menos de calorías y grasas.
- Ante el riesgo de una posible mala alimentación, por ejemplo personas mayores que tienen dificultades para alimentarse correctamente o niños y adolescentes en época de crecimiento a los que queremos reforzar la alimentación, o en cualquier otra situación en la que necesitemos incrementar el aporte porque llevamos a cabo más actividad física o intelectual, las margarinas con vitaminas y minerales añadidos pueden sernos muy útiles.
- Para cuidar la salud cardiovascular contamos con la margarina baja en sal o la margarina sin sal, que nos aportan omega 3 y omega 6 de origen vegetal para ayudar a controlar el colesterol, y la margarina con esteroles vegetales, que reducen activamente el colesterol en sangre entre un 7% y un 10% en 2-3 semanas.