Uno de los principales retos financieros a los que nos enfrentamos hoy en día es mejorar nuestra economía familiar, la cual no sólo depende de ti, sino de todos los miembros de tu familia. Al mejorar la economía familiar puedes ahorrar algo de dinero para cualquier imprevisto o quizá para unas vacaciones, además fomentas la cultura del ahorro.
Administrar las finanzas es importante cuando se decide tener un hogar, lo principal es saber de lo que se puede disponer y en el día a día cubrir los gastos corrientes: vivienda (renta o hipoteca), suministro de luz, agua y gas. También, compras de alimentación, préstamos, seguros y otros recibos para reconocer lo que se debe ahorrar para así dar estabilidad y seguridad a la familia.
A veces, para salir de apuros financieros es habitual recurrir a tarjetas de crédito o microcréditos que van sumando un “endeudamiento” que debemos controlar y reconocer hasta dónde podemos y en qué circunstancias recurrir a ellos.
En relación a ello, César Armando Salazar López, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, sugirió que para enfrentar una crisis económica a nivel personal y familiar, recurrir a los sistemas de crédito solidarios como las tandas posibilitan tener financiamiento y evitan endeudarse con los bancos.
En el programa La UNAM responde, de TV UNAM, Salazar López aconsejó no endeudarse con los bancos ni mediante las tarjetas de crédito. “Hay que cuidar incluso los pagos a meses sin intereses cuando no se trata de productos de consumo prioritarios. Se debe proteger el ingreso de las familias y administrar de forma adecuada, por lo que los créditos solidarios entre las comunidades podrían ser esenciales”.
En la mayoría de los casos, los pequeños gastos que hacemos a diario son los que menos controlamos y posiblemente los que suponen un desfase en nuestra economía doméstica.
Consulta los gastos mes a mes de tu cuenta de los últimos tres o cinco meses y crea una lista con el concepto y lo que pagas. Apunta qué gastos se producen de forma fija todos los meses y cuáles varían mes a mes o se producen de forma puntual. Se recomienda distribuir el dinero familiar de la siguiente manera:
- Gastos con prioridad: son aquellos gastos fijos como renta, hipoteca, agua, luz, gas, transporte, comida, entre otros servicios con los que se cuente como teléfono e internet o en caso de tener hijos gastos que se deriven de su educación.
- Gastos necesarios: es comprar ropa, calzado y gastos ocasionales. Éstos, no se hacen de una forma cotidiana o muy seguidos como los gastos de prioridad pero hay que tenerlos en cuenta.
- Gasto para la recreación: algunas familias planean actividades semanalmente como el cine o salir a comer los fines de semana, solo recuerda no pasar los límites de lo que puedes gastar.
Al igual que gran parte de las compras habituales, este tipo de gastos son de los que menos reparamos porque los consideramos una compensación personal. No decimos que haya que recortar y privarnos de todo, pero sí controlar que ese gasto no se dispare y sea el motivo de nuestra cuenta en números rojos.
- Fondo de ahorro: algo muy importante es poder establecer un porcentaje de lo ganado para el ahorro y las emergencias, ya sean enfermedades, accidentes, desempleo, daños a posesiones, entre otros.
- Planificar las compras del supermercado: lo mejor es establecer un presupuesto máximo y comprobar mes a mes si se ha excedido o no. Lo mejor es guardar todos los tickets de compra y revisar qué consumimos habitualmente y con mayor gasto para restringir ese concepto o buscar ofertas.
Por otra parte, algunos de los errores en los que recurrimos y afectan considerablemente la economía doméstica son las suscripciones y servicios que no usamos. En muchos casos están relacionados con publicaciones, asociaciones o clubes, telefonía, aplicaciones móviles, entre otros.
Si no hacemos uso de ellos es mejor solicitar la baja inmediata. Tal vez mes a mes las cuotas sean insignificantes pero sumadas a lo largo del año representan un gasto importante que podemos eliminar.
Otro error que cometemos es vivir siempre en el presente y no pensar en el futuro. Sabemos que muchas veces la economía no da para más pero, ahorrar aunque sea el 10 por ciento de tu ingreso te puede resultar más caro en un futuro, las emergencias siempre están a la orden del día por lo que más vale prevenir que lamentar.
La planeación y control es importante para evitar gastos innecesarios, excesivos y generar un mal manejo de las finanzas. Recuerda que debes gastar menos de lo que gana, esto es un punto esencial para poder contar con seguridad económica en el hogar.
Recuerda que si tienes algún imprevisto, también puedes recurrir a los préstamos en línea que son una excelente opción para recuperar tu tranquilidad financiera.
La economía doméstica debe ser un aspecto en el que toda la familia esté involucrada para lograr organización, armonía y equilibrio. Es muy importante llevar un conocimiento del consumo que hacemos con nuestra familia, de esta manera se pueden evitar las deudas y, sin duda, les daremos una valiosa lección a nuestros hijos.