Técnicas de guitarra del flamenco en Sevilla

El flamenco es un arte reconocido en todo el mundo. Este género musical tiene tras de sí a gran cantidad de amantes que contribuyen a su desarrollo y mantenimiento. Cuando hablamos de él, siempre sale a debate algunos temas relacionados con su origen o la división de sus partes.

La complejidad que encarna poder llegar a consensos entre las bases del propio género hace que aún siga estudiándose en gran medida para otorgar respuestas a preguntas siempre formuladas.

El flamenco en Sevilla ha sido algo de lo más habitual. Eran muchos quienes utilizaban el cante y baile como método de evasión en épocas difícil y también como medio de expresión. Pese a que actualmente se considere un género de
culto, sus orígenes son claramente populares, haciendo que haya servido como conducto para la expresión del pueblo en diferentes momentos.

En el espectáculo, el cante, el baile y la guitarra combinan de forma espléndida dando lugar a un acabado único. Pese a que pueda parecer que estas tres partes hayan sido una sola desde sus inicios, lo cierto es que no es así. Los
orígenes datan del cante como único elemento del flamenco. Una vez desarrollado se le incorporó el baile y la guitarra. Este instrumento ha pasado a ser completamente característico del género. El toque del mismo es completamente personalizado para este género, llegando a adoptar una técnica y postura diferentes.

Hay que destacar que los cafés cantantes, que posteriormente pasarían a ser tablaos flamencos, influyeron en gran medida al desarrollo del propio género y a la introducción de la guitarra en el mismo. En el siglo XIX se incluyó en el género la guitarra, aprovechando que se encontraba en pleno desarrollo. Es hasta este momento cuando el cante se realizaba en solitario. A partir de aquí se desarrollarán de forma paralela favoreciendo al enriquecimiento de un
género.

La fusión entre la guitarra y el cante flamenco tendrán lugar en el siglo XX. La popularización de este arte se dará durante esta época. Sobre todo se produce un cambio de lo más notorio a la hora de establecer características propias de cada uno de los palos. También se incorporan las entradas y salidas de los palos con el acompañamiento de la propia guitarra.

La guitarra y su arte

Aquellos que tocan la guitarra flamenca reciben el nombre de tocaores. Se trata de un instrumento que requiere una técnica y postura características. Su utilización en otros géneros será completamente diferente, haciéndola única. Al
analizar a aquellos que interpretan este arte, en el caso del flamenco el tocaos se siente con las piernas cruzadas, apoyando la guitarra en la que se encuentra más elevada. El mástil de la misma se encuentra en posición
horizontal con respecto al suelo.

También existen diferencias entre la guitarra flamenca y la clásica ya que la primera es mucho más ligera, de caja estrecha y con menor sonoridad. Esto consigue que no eclipse la voz del cantaor durante el espectáculo. Sus
materiales suelen ser madera de ciprés, cedro para el mango, abeto para la tapa y metal para el clavijero.

A la hora de analizar técnicas habrá que tener en cuenta que cuentan con diferencias. El toque flamenco se caracteriza por la utilización del dedo pulgar. Los tocaores suelen apoyar sobre la tapa armónica de la guitarra. Así el dedo índice y el medio descansa sobre la cuerda superior. Se sigue dando más sonoridad y potencia.

El dedo medio también lo apoyan en el golpeador de la guitarra. Gracias a ello se da una mayor precisión y fuerza a la hora de pulsar la cuerda. El golpeador es un elemento que se utiliza como percusión.

También hay que destacar algunas técnicas como por ejemplo el rasgueo, el picado, la alzapúa o el trémolo. Estas le darán una mayor personalidad y caracterización al toque, dependiendo siempre de cada uno de los intérpretes.

A continuación vamos a hablar de algunas de estas técnicas del flamenco en Sevilla. En primer lugar, el picado. Se trata de una de las técnicas más estudiadas. Se alterna el dedo índice y medio para ejecutar las escalas a gran
velocidad. En sus inicios se basaba en frases cortas para poner fin a algunos compases pero con el tiempo se fueron incluyendo pasajes de mayor duración. Algunos de los referentes son Gerardo Núñez o Paco de Lucía.

El Rasgueado es por excelencia el toque del género. Se basa en la percusión sobre varias cuerdas con algunos dedos de la mano derecha a la vez que la otra mano marca el acorde que se quiere tocar. Esto hace que se creen diferentes sonidos rítmicos. Dado que incluye una amplia gama de variedades, en algunos casos acompañan el cante y otros al baile.

Hay veces que entra en acción junto con el golpeo, ya que se toca sobre la caja por debajo de las cuerdas. Se realiza sobre todo en bulerías, rumbas o tangos.

En el caos de la alzapúa se realiza la pulsación hacia abajo con el pulgar hacia la cuerda para volver a pulsar hacia arriba con la uña. Se basa, por tanto, del tiempo y contratiempo. Algunos de los destacados son Vicente Amigo o
Serranito.

En el caso del trémolo es especialmente atractivo para aquellos que lo escuchan. Se basa en repetir de forma rápida la misma nota, generando momentos de tensión emocional. Algunos han desarrollado técnicas de trémolo con más notas de las iniciales, generando su propia variante. Dentro de este grupo encontramos a Manolo Sanlúcar.

La incorporación de la guitarra al género tuvo gran cantidad de beneficios en cuanto al desarrollo del mismo. Así, cada vez son más quienes se suman a los espectáculos de flamenco en Sevilla con el fin de conocer este arte desde la
cercanía.

A la hora de elegir lugares donde poder ver estas actuaciones, Tablao los Gallos cuenta con profesionales que disponen de gran cantidad de formación y experiencia dentro del sector. Vive el flamenco de forma cercana y disfruta de un género con historia.