Desde hace mucho tiempo, la posibilidad de comer cerdo era un símbolo de poder, riqueza o nobleza. Este animal ha estado desde el principio de los tiempos con el hombre y ha satisfecho un sinfín de necesidades, haciéndose casi imprescindible en cualquier despensa.
En muchos pueblos, pasó con el jamón como con el vino o bien el aceite llegó a ser un producto con el que se podía realizar trueque.
Podemos decir que la historia del cerdo y por lo tanto del jamón se remonta a la época celta, donde el cerdo fue un animal fundamental en sus vidas, convirtiéndose en un objeto de culto y siendo un sustento fundamental en su alimentación.
En la época del Imperio Romano es donde más referencias aparecen del jamón y de su historia. Ya en esa época se realizaban técnicas como la salazón para la conservación, de lo que por aquel entonces se conocía como “cecina de cerdo”.
La matanza del cerdo estaba realizada por un cocinero, quién realizaba la propia matanza del cerdo, y es con el paso del tiempo cuando se van especializando en tal menester. Además del jamón, zonas como las costillas, el tocino etc, se consumían en salazón, pero ninguna tenía tanto valor como el jamón. La técnica para la salazón del jamón era igual que como la conocemos hoy, y ya se conocía la importancia de la climatología respecto a este producto, ya que ayudaba a determinar la duración del periodo de dicho proceso.
Los romanos se dedicaron durante siglos a la producción del jamón.
Con la aparición de la sociedad del medievo, fueron los conventos y monasterios los encargados de mantener una cultura gastronómica. Además de los huertos, la crianza de cerdo también era un trabajo normal, para después matarlos y tener las despensas siempre con alimentos.
En los siglos XII Y XIII en nuestro país el crecimiento de esta ganadería es exponencial, sobre todo por las extensiones de terreno para la buena crianza del cerdo. Con lo que los campesinos tienen mayor acceso al cerdo y por tanto a las matanzas y la fabricación del jamón, por lo tanto. Incluso en la literatura recoge la importancia de esta pieza del cerdo en España, desde Miguel de Cervantes en el Quijote hasta Góngora recogen las virtudes de este manjar.
El jamón es uno de los elementos representativos de España, siendo embajador de nuestro país allá por donde vaya.
Y si buscamos un origen legendario, hay una leyenda que narra que el jamón surgió cuando un cerdo cayó a un río con una concentración muy alta de sal y se ahogó. Y unos pastores recogieron ese cerdo, lo asaron y comprobaron el sabor tan agradable que tenía en especial el pernil o jamón. Fue con el tiempo cuando se dieron cuenta que el jamón en salazón se conservaba más tiempo y potenciaba su sabor y fueron mejorando la técnica hasta conseguir que el jamón fuera uno de los mejores bocados para cualquier persona.
Sin duda, un manjar que ha viajado por la historia hasta hoy, en el que podemos comprar jamon por internet desde casa, para ofrecernos uno de los bocados más exquisitos y poniendo la marca España en cualquier lugar del mundo donde se consuma.