¿Quieres disfrutar de tus vacaciones con Airbnb?

Es innegable que uno de los sentimientos más comunes cuando estás a punto de reservar un apartamento con Airbnb es el de la incertidumbre. En muchas ocasiones, las imágenes de la vivienda que vas a alquilar para disfrutar de tus vacaciones podrían no reflejar exactamente la realidad con la que te puedes encontrar. Por este motivo, muchas personas sienten desconfianza, porque temen llegar al apartamento en cuestión y toparse con una imagen que en absoluto se correspondía con lo que habían alquilado inicialmente. Es cierto que las reseñas de otros usuarios que han alquilado la misma vivienda en otra ocasión pueden ser muy reveladoras. Si un alojamiento tiene muy buenas valoraciones por parte de los usuarios, lo más probable es que sea un alojamiento adecuado para pasar unas vacaciones, sin embargo, ¿qué ocurre con los alojamientos que cuentan con muy pocas valoraciones? Resulta sospechoso, ¿no es así? Uno tiende a creer que esa escasez de valoraciones se debe a que el alojamiento puede que no esté del todo bien. Airbnb surgió como una iniciativa maravillosa que hacía que uno ya no tuviera la necesidad de reservar una habitación en un hotel. Ahora, si quieres irte de vacaciones, puedes encontrar una estancia tanto en un hotel como fuera, lo cual facilita que el abanico de posibilidades sea más amplio. A continuación, nos centraremos en malas experiencias que compartieron algunos usuarios de Airbnb en cuanto a la elección de su alojamiento. Porque no siempre salen las cosas como a uno le gustaría. En primer lugar, Lucas, de 29 años de edad, tuvo que viajar por motivos de trabajo y decidió alquilar una habitación con Airbnb. Para su sorpresa, en una ocasión cuando tuvo que abandonar dicha habitación, cuando regresó tiempo después se encontró con que alguien había entrado en ella y había revuelto todas sus pertenencias. Por suerte para Lucas, no dejó nada de valor en la habitación, con lo que no tuvo que lamentar la pérdida de nada importante. Como es lógico, a la mañana siguiente corrió hacia un hotel. Por otro lado, una chica alquiló un apartamento en Madrid y se encontró con un agujero en el techo por el que habría podido caber ella perfectamente. El agujero no suponía ningún peligro para ella, pero sí era consecuencia de las filtraciones que había en el lugar. En tercer lugar está el caso de Jessica y Miguel, quienes alquilaron un apartamento a través de Airbnb en Londres. En este apartamento, una de las condiciones era que Jessica y Miguel tendrían que vivir con los dueños del apartamento. Al principio todo fue fantástico, estaban muy contentos con los anfitriones, sin embargo, al cabo de un día, la dueña de la casa comenzó a beber alcohol de más y empezó a insultar a los huéspedes y a echarles de la vivienda con amenazas. Resultaron no ser tan agradables como parecían. En cuarto lugar está el caso de Amy, una chica que quiso alquilar una habitación a través de Airbnb en París. Venía de un viaje largo que había realizado anteriormente con lo que quiso aprovechar el servicio de lavandería que ofrecía el Airbnb que ella había alquilado. Por desgracia para Amy, el cuarto de lavandería estaba todavía más sucio que su ropa. Las lavadoras por dentro estaban repletas de polvo y porquería de todo tipo. En el top cinco se encuentra Jenny, quien reservó una noche en un apartamento en Chicago. Se encontró con un panorama que nada tenía que ver con el que le habían presentado en las fotografías de la web. Las paredes estaban repletas de hongos por las múltiples humedades que había. Por suerte para Jenny, solo fue una noche. Aún así, la experiencia resultó muy desagradable para ella. En sexto lugar tenemos otro caso de un hospedaje en Madrid. Hablamos de la experiencia de Mateo. Nada más entrar en la habitación, él ya percibió un olor fétido. La habitación estaba repleta de cucarachas, de hecho, llegó a encontrarse una en la cama. Mateo tuvo que buscar un número de información sobre algún supermercado que estuviera abierto para comprar insecticida. En el séptimo puesto de experiencias nefastas en Airbnb podemos localizar a Fernando, quien descubrió horrorizado que el baño principal parecía haber sido arrasado por un huracán. El piso en general estaba bastante manchado y el olor no era precisamente muy agradable. En este caso, hubo un final feliz, puesto que, Fernando informó a la dueña de la barbaridad con la que se había topado y la señora acudió rápidamente a limpiarlo y le regaló dos noches más de estancia. Carlos y Lucía son el octavo caso sobre el que vamos a hablar. Ellos alquilaron una habitación en un alojamiento en Texas, para pasar tres días allí. El propietario tenía un perro golden retriever que era precioso pero, estaba plagado de garrapatas. Tanto Carlos como Lucía se despertaron al día siguiente y descubrieron que tenían unas picaduras extrañas por el cuerpo, sobre todo por las manos. Al parecer, la cama estaba plagada de garrapatas, evidentemente del perro. Por último, está el caso de Rinno, un joven de veintitrés años con miedo a las arañas. El Airbnb estaba un poco descuidado, es más, en el techo de la habitación donde iba a dormir, había una auténtica plaga de arañas. Las imágenes que Rinno compartió eran escalofriantes. Te den miedo o no las arañas, esa estampa no le gustaría ni al más amigo de dichos insectos.
Es verdad que las experiencias anteriores pueden hacer que uno, después de haberlas leído, prefiera quedarse en casa, pero lo cierto es, que a pesar de estos relatos desdichados, predominan los comentarios positivos y las buenas experiencias. Airbnb es una plataforma muy útil para poder viajar a un precio más asequible. Si uno busca alojamientos en la página, descubrirá que existen numerosos comentarios buenos de usuarios que realmente han disfrutado de su estancia y se muestran satisfechos. Los casos mencionados son situaciones puntuales que, aunque evidentemente pueden pasarle a cualquiera, es menos probable que sucedan.